jueves, 27 de septiembre de 2012

Soplan vientos de abril...

Faltando solo 9 días para las elecciones ya se respira en el país el mismo aire vicioso, corrupto y conspirador que se respiro en Venezuela aquel 11 de abril de 2002.
Se puede sentir como el odio y la violencia se esta apoderando esta vez con mayor intensidad de la psique de los militantes de la derecha, ya se oyen cacerolazos, comenzó de nuevo el saboteo pero esta vez en el sector eléctrico, "equivocaciones gramaticales" convocando a un "caracazo", todo esto con la simple finalidad de evocar entre ese sector del pueblo ubicado entre los indecisos un miedo irracional ante estas elecciones, miedo a una posible "guerra civil o explosión social" como la sucedida en el 89 pero esta vez no seria por un paquetazo, no, esta vez seria porque Capriles no resulto ganador. Y que decir de la ruta de la marcha opositora la cual es casi idéntica a la tomada por esta misma gente en aquel abril, donde resultaron muertas y heridas un numero importante de la población.
No seamos ingenuos en pensar que esta oposición no va a movilizar toda su maquinaria y poderío económico en caso de perder estas elecciones, ellos ya tienen su plan B activo y de aquí al 7 de octubre debemos estar alertas y en pie de lucha porque esta gente no se va a detener hasta que consigan su objetivo salir de Chávez. Tampoco debemos subestimar a sus seguidores más reaccionarios, quienes ya se encuentran activos y preparados para movilizarse para "defender" a Capriles como el verdadero "Presidente electo".
Es por ello que este 7 de octubre debemos olvidarnos de las encuestas, dejar atrás los miedos y salir a votar de manera abrumadora para darle a nuestro comandante Chávez una victoria contundente, abultada para aminorar así la reacción violenta que tiene preparada esta oposición golpista. No olvidemos que nos estamos jugando la Patria y nuestra Independencia. Y a los opositores les digo en caso de que les falle la memoria y vuelvan a insistir en su plan golpista, que aquí hay un pueblo dispuesto a defender lo que es suyo, no olviden que todo 11 tiene su 13.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

El pasado que más nunca volverá:Cuando el pueblo se alimentaba con perrarina


Para el año 1989, 47,5% de la población venezolana vivía en pobreza crítica y un año después este porcentaje se incremento a 51,5%, debido en gran parte al paquete de medidas económicas impuestas por el FMI,  medidas que obligaron a gran parte de la población venezolana  a complementar su dieta con alimentos para perros.
La pobreza en esa época llegó a tal extremo que a las madres que no les alcanzaba el dinero para comprar suficientes nutrientes para darles de comer a sus hijos, se vieron obligadas por la desesperación a darles comida preparada con perrarina. Así lo evidencia un artículo publicado por Alicia Larralde titulado “¡Mata el hambre con comida de perros! en el diario el Mundo:
«El lector se extrañará con este título pero es cierto que nuestro pueblo que se encuentra hambriento se alimenta en los barrios con “Perrarina” donde no hay nada que comer por la carestía de todos los artículos de primera necesidad. Allí solo existe hambre, dolor y abandono. En días pasados una mujer que trabaja por días en las casas vino a pedirme una ayuda para una vecina madre de 7 hijos y que el hombre la había abandonado. La madre desesperada de los niños recorrió muchos lugares pidiendo limosnas y fue muy poco lo que consiguió, en una Arepera cerca de Petare le regalaron los sobrados del día anterior, y en una Bodega le dieron un poco de pasta picada y una bolsa con “Perrarina”. La mujer montó una lata con todos estos desperdicios en su rancho donde los niños temblaban y lloraban de hambre y les hizo una sopa para que pudieran comer y dormir tranquilos envueltos en sus miserables harapos»
Esta dura y triste etapa que vivió gran parte de la población venezolana (incluida la clase media), también quedó documentada por  Earle Herrera en su libro “Caracas 9 mm: Valle de Balas”:
«Hay un hecho que nadie ha querido enfrentar. Decirlo duele y avergüenza. ¡Cállate, por favor, no lo digas!, es la expresión que nos ataja. Pero está allí, como un mordisco: en muchos hogares de nuestro país el sustento básico consiste en alimentos para animales, principalmente perrarina. Es la única forma de que todos los niños coman y la familia pueda sostenerse. El bodeguero la vende y no pregunta; él bien sabe que los perros del barrio, los que cantan su lóbrega canción en la honda tristeza de las noches, no comen perrarina. Pero no pregunta. Vende y cobra en silencio. Y la familia come en silencio. En un silencio que desde aquí abajo se siente y que, de vez en cuando, estalla en las páginas rojas de la prensa. Por ahora estalla así».
Todo esto ocurrió bajo un gobierno “progresista”, y lo traigo a colación para que no olvidemos (porque algunas veces los venezolanos sufrimos de mala memoria) que los más nefastos gobiernos se escudan justamente  en ese llamado “progreso” para cometer grandes crímenes contra los pueblos y la humanidad.  

lunes, 17 de septiembre de 2012

Piratas de Somalia ¿Los nuevos terroristas?


La guerra contra los piratas del subdesarrollo y la miseria está convirtiéndose en un aparente sustituto de la guerra al terrorismo, doctrina ya agotada para los propósitos del complejo industrial militar. Los mal vestidos y peor armados piratas se han convertido en un nuevo objetivo militar que saca de su aburrimiento a la Real Marina Inglesa y a las ociosas fuerzas navales de una veintena de naciones poderosas, desde Estados Unidos a China, empeñadas ahora en combatir a un puñado de hambrientos que viven en un atraso similar al de Haití.
Somalia es un país que hace casi dos décadas carece de guardacostas, desde que las guerras civiles (inducidas por las potencias occidentales) hicieron colapsar su sistema de gobierno. La injerencia de los países desarrollados promovió guerras civiles en todo el Cuerno de África en búsqueda de minerales lucrativos, fingiendo exportar la democracia o un afán civilizador.
La piratería de hoy en Somalia es una actividad desesperada de sobrevivencia mediante cobro de peaje e impuestos a los depredadores. El gobierno de este país del Cuerno de África colapsó en 1991. Desde entonces sus 9 millones de habitantes han estado sumergidos en el hambre y muchas de las fuerzas más feas del mundo occidental han visto esto como una gran oportunidad para robar las fuentes de aprovisionamientos de alimentos del país y descargar basura nuclear en sus mares.
Tan pronto como se fue el gobierno, en la costa de Somalia comenzaron a aparecer misteriosos barcos europeos descargando enormes barriles en el océano. La población costera comenzó a enfermarse.  Primero sufrieron erupciones extrañas, náuseas y aparecieron bebés malformados. Y después, el tsunami de 2005 hizo flotar cientos de barriles que las olas lavaron en las playas. La gente comenzó a sufrir enfermedades producidas por la radiación y murieron más de 300 personas.  
Ahmedou Ould-Abdallah, enviado de ONU a Somalia, comento en una entrevista al periodista británico Johann Hari: Alguien está descargando aquí material nuclear. También hay metales pesados, tales como cadmio y mercurio. Mucho de este material se puede rastrear en hospitales y fábricas europeas, donde se lo entregan a la mafia italiana para desaparecerlo a bajo precio. Cuando Hari le preguntó a Ould-Abdallah qué hacían los gobiernos europeos sobre esto, le respondió con un suspiro: Nada. No hubo limpieza, ninguna compensación ni prevención.
Al mismo tiempo, otras naves euro/estadounidenses han estado saqueando la biodiversidad de sus mares y alimentación. Los barcos rastreadores que pescan ilegalmente en los mares desprotegidos de Somalia se han robado cientos de millones de dólares anuales de atún, camarón, langosta y otras formas de vida marina. Los pescadores locales perdieron repentinamente el sustento y ahora padecen hambre.
En este contexto aparecieron los hombres a quienes se ha estado llamando piratas. Cada uno está de acuerdo en que antes fueron simples pescadores somalíes, hombres de pesca ordinarios, que ahora consiguieron lanchas rápidas para intentar disuadir a los descargadores de basura y a los barcos rastreadores o, por lo menos, aplicarles algún impuesto.  Se llaman a sí mismos Guardacostas Voluntarios de Somalia y es duro entender por qué: uno de los líderes pirata, Sugule Ali, dijo que su motivo era detener la pesca ilegal y la descarga en nuestras aguas? No nos consideramos bandidos del mar.  Consideramos bandidos del mar a quienes pescan ilegalmente y descargan en nuestros mares, botan basura en nuestras aguas y portan armas en nuestros mares.
El sitio somalí independiente de noticias WardherNews condujo la mejor investigación disponible sobre qué están pensando los somalíes comunes y corrientes y encontró que el 70% apoya fuertemente la piratería como forma de defensa nacional de las aguas territoriales del país. Durante la guerra revolucionaria en EEUU, George Washington y lospadres fundadores pagaron a los piratas para que protegieran las aguas territoriales de EEUU de América, porque no tenían ninguna marina de guerra o guardacostas propios. La mayoría de los americanos los apoyaron. ¿Es esto tan diferente?
¿Esperan que los somalíes que mueren de hambre se instalen pasivamente en sus playas, revolcándose en  basura nuclear y observen cómo les arrebatan sus peces para comérselos en restaurantes de Londres, París y Roma?