Una vez sabido extraoficialmente que Hugo Chávez iba a ser reelecto nuevamente por el pueblo venezolano, no falto el estallido de odio e intolerancia por parte de los militantes de la oposición, quienes a través de las distintas redes sociales se dedicaron a agredir a los que militamos de este lado de la revolución.
No falto en su repertorio de insultos el ignorante, malditos chavistas, plastas de mierda, etc,etc,etc, es que para ellos los que estamos de este lado no existimos, no tenemos derechos a decidir y desear un país mejor y distinto, no tenemos ni siquiera derecho a celebrar porque vamos a estar claros en todo sitio de trabajo o espacio publico nos encontramos con opositores dispuestos a insultar y despreciar a todo aquel que muestre simpatía por este bello proceso, incluso dentro de nuestro propio grupo familiar.
Lo peor de todo es ver como hace unos días atrás tenían la Bandera Nacional como estandarte, hoy la visten de negro y de luto como si este país se hubiera acabado.
No terminan de entender que este país cambio y que los que decidimos seguir con este proceso con Chávez a la cabeza somos su igual y que tenemos los mismos derechos y merecemos el mismo respeto que a ellos les damos, porque muy contrario a lo que ellos piensan y profesan de este lado si hay respeto, hay tolerancia y queremos la reconciliación, eso si sin tener que bajar la cabeza ni humillarnos.
No han entendido que mientras nos sigan tratando de ignorantes y continúen con su prepotencia e intolerancia no van a llegar a ningún lado ni ha lograr nada más de lo que profesan.
No terminan de entender que lo que les sucede no es por culpa de Chávez sino de los medios de comunicación que tanto observan, los cuales lo han alienados e inoculado un odio no solo contra el presidente sino contra su militancia, no ven más allá de lo que le presentan los medios, no se dan cuenta que al que odian es a su propia familia, a su sangre, están tan seguros de que este país esta en ruinas que prefieren sumirse en la depresión y hasta pensar en el suicidio antes de ponerse a trabajar por el país y buscar la reconciliación.
El trabajo no lo podemos hacer todo lo que estamos con la revolución, la oposición también debe poner su granito de arena para construir un país mejor y tener la patria que soñamos.
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