Leyendo el discurso realizado por nuestro Presidente Hugo Chávez en el Aula Magna de la Universidad de la Habana en diciembre de 1994 se puede contemplar que ya entonces había un pensamiento político y económico revolucionario perfectamente estructurado, coherente, una estrategia y una táctica.
Allí Chávez enarboló tres banderas como objetivos de su lucha: la bandera
bolivariana y, como parte de ella, la integración continental; la del
trabajo al interior de Venezuela para crear un movimiento social que no
excluyera a nadie y, finalmente, la creación de un proyecto estratégico
de largo alcance que hiciera nacer un modelo económico soberano. Auguró, además, que "el siglo que viene, para nosotros, es el siglo de
la esperanza; es nuestro siglo, es el siglo de la resurrección del sueño
bolivariano, del sueño de Martí, del sueño latinoamericano".
El camino no ha sido fácil y desde aquel 2 de febrero de 1999 en que recibió la banda presidencial en
el Palacio Legislativo de Caracas, los representante de la oligarquía venezolana y soporte de una
sociedad decadente, en comunión con los intereses de Washington,
no le han dado tregua y no se la han dado porque no ha cesado un solo
minuto de construir un modelo de sociedad en el que la democracia sea
participativa, en el que no haya exclusiones sociales, en el que la
educación y la salud sean derechos fundamentales para todos.
Sin embargo Chávez ha demostrado que es un hombre capaz de superar cualquier dificultad, además de contar con el apoyo de un pueblo dispuesto a defenderlo a él, defender a este proceso y a este patria contra cualquier interés mezquino que nos quiera arrebatar lo que tanto nos ha costado y que le ha costado la salud de nuestro Presidente.
El Vicepresidente Maduro en su entrevista con José Vicente hizo un comentario que me hizo sentir orgullosa, comento que la mirada de nuestro comandante en estos momentos tiene un brillo especial, un brillo que denota satisfacción. Me voy a atrever de darle palabras a esa satisfacción que denotan los ojos de Hugo Chávez: Satisfacción de ver a un pueblo unido, en pie de lucha y trabajando día a día por el bienestar y desarrollo del país, un pueblo que confía en él y que le demuestra su grado de madurez y compromiso al seguir haciendo patria y seguir construyendo el socialismo a pesar que él en estos momentos no se encuentre con nosotros debido a su proceso de recuperación, satisfacción de contar con un equipo de gobierno y una fuerza armada leal y unida que garantice la continuidad de este proceso.
Chávez debe sentirse enormemente satisfecho porque le hemos demostrado que su lucha y enfermedad no han sido en vano, que el pueblo venezolano junto con la fuerza armada nacional poseen el carácter necesario para hacer realidad el sueño de nuestro Libertador Simón Bolívar y la capacidad de impulsar el Programa de la Patria que él mismo diseño y hacer de Venezuela una patria grande y soberana.
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