sábado, 23 de marzo de 2013

Chávez a su abuela Rosa Inés

Estas líneas fueron escritas por el Comandante Hugo Chávez a su abuela Rosa Inés al enterarse de su fallecimiento:
"Quizás un día mi vieja querida, dirija mis pasos hasta tu recinto, con los brazos en alto y como alborozo, colocar en tu tumba una gran corona de verdes laureles; sería mi victoria y sería tu victoria y la de tu pueblo, y la de tu historia; y entonces por la madrevieja volverán las aguas del río Boconó, como en otros tiempos tus campos regó; y por sus riberas se oirá el canto alegre de tu cristofué y el suave trinar de tus azulejos y la clara risa de tu loro viejo; y entonces en tu casa vieja tus blancas palomas el vuelo alzarán y bajo el matapalo ladrará "Guardían", y crecerá el almendro junto al naranjal, también el ciruelo junto al tropochal, y los mandarinos junto a tu piñal, y enrojecerá el semeruco junto a tu rosal, crecerá la paja baja su maizal, y entonces la sonrisa alegre de tu rostro ausente llenará de luces este llano caliente; y un gran cabalgar saldrá de repente y vendrán los federales, con Zamora al frente, y las guerrillas de Maisanta, con toda su gente, y el catire Paéz, con sus mil valientes; o quizás nunca, mi vieja, llegue tanta dicha por este lugar, y entonces, solamente entonces, al fin de mi vida yo vendría a buscarte, mamá Rosa mía, llegaría a tu tumba y la regaría con sudor y sangre, y hallaría consuelo en tu amor de madre, y te contaría de mi desengaño entre los mortales, y entonces tú abrirías tus brazos y me abrazarías cual tiempos de infante, y me arrullarías con tu tierno canto y me llevarías por otros lugares..."(*)

(*)Texto tomado de los Cuentos del arañero de Hugo Chávez Frías

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