Empecemos por definir el término, la disociación psicótica es un proceso de manejo de códigos psicológicos
donde se crea en el subconsciente del individuo una realidad ficticia
en la que «TODOS» los males, y por ende «TODO» lo negativo que le
sucede, proviene de una sola causa o de una sola persona. Establecido el
patrón mental en el subconsciente del individuo, este llega a un
estadio que le induce a creer que eliminando la causa de los males que
le aquejan, habrá de alcanzar la felicidad absoluta.
Este tipo de disociación lo vemos a diario en la oposición venezolana, para quienes el Presidente Chávez es la única persona responsable de todos los males que aquejan al país.
Es una oposición que de manera
inconsciente ha desarrollado la certeza de que la implantación del
comunismo en Venezuela es el fin último que Chávez persigue, una oposición que repite día a día que este país está en la ruina, sin embargo siguen cambiando
de vehículo año tras año, siguen concurriendo a costosos restaurantes, siguen viajando al
exterior por lo menos dos veces al año, etc.
El odio recalcitrante y visceral que siente la oposición hacia el Presidente y todo lo que lo rodea, ha llegado a un paroxismo que solo se podría alcanzar si
Chávez les hubiese matado a algún familiar. Un odio que ha alcanzado tal
extremo de irracionalidad, que los ha llevado a expresar que deberían hacerse campos de concentración como los de Hitler para meter a todos los chavistas del país.
Este tipo de patología (cuando hablamos de la oposición venezolana hay que recurrir ya a este término),
aliena al individuo de un mundo «real» y lo sumerge en un mundo «creado»
(no se puede hablar de un mundo «ficticio», puesto que lo tiene por
«real»), en el que todo encaja de acuerdo a su inconsciente «verdad».
Uno de los síntomas inequívocos de la disociación en la persona, es que una
vez desarrollada, no puede separarse del estímulo que lo lleva a pensar así(por ejemplo Globovisión). El individuo que está disociado, al igual que sucede con los
drogadictos, alcohólicos o fumadores, no habrá de reconocer que está
inmerso en un problema, por lo que afirmará una y otra vez estar libre
de cualquier patología.
En el caso de Venezuela esto ha llegado a ser ya un serio problema de salud
pública. Basta observar en nuestro entorno para comprobar cómo se
manifiestan miles de personas, inclusive nuestros propios vecinos o
familiares, para las cuales nada de malo tendría que alguien matase a
Chávez (la única causa de sus males), y que no ven nada malo en que sus
hijos anden por allí con una cacerola en la mano, y gritando a voz en
cuello: «¡Muérete maldito!». Así como tampoco les
alarma oírles decir que les gustaría tener un arma para matar al tirano.
Debido a la disociación psicótica que los atenaza no están en capacidad
de comprender que están condicionando a sus hijos, de tal forma que en cualquier momento podrían tomar un arma y arremeter contra cualquier individuo que no concuerde con ellos o a la que por cualquier razón estén
haciendo responsable de sus fracasos, puesto que lo
han identificado como el causante de sus males.
Quien padece de disociación psicótica corre además el peligro de que
cuando su realidad comience a serle insoportable, o que cuando por algún
motivo la causa aparente de todos sus males resulte no serlo, con la
misma intensidad padecerá una profunda frustración, tan profunda que
puede llegar en muchos casos a límites extremos de consecuencias
impredecibles.
http://www.analitica.com/bitblioteca/ruiz_iriarte/disociacion_psicotica.asp
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