jueves, 19 de julio de 2012

La oposición y la disociación psicótica


Empecemos por definir el término, la disociación psicótica es un proceso de manejo de códigos psicológicos donde se crea en el subconsciente del individuo una realidad ficticia en la que «TODOS» los males, y por ende «TODO» lo negativo que le sucede, proviene de una sola causa o de una sola persona. Establecido el patrón mental en el subconsciente del individuo, este llega a un estadio que le induce a creer que eliminando la causa de los males que le aquejan, habrá de alcanzar la felicidad absoluta.
Este tipo de disociación lo vemos a diario en la oposición venezolana, para quienes el Presidente Chávez es la única persona responsable de todos los males que aquejan al país. 
Es una oposición que de manera inconsciente ha desarrollado la certeza de que la implantación del comunismo en Venezuela es el fin último que Chávez persigue, una oposición que repite día a día que este país está en la ruina, sin embargo siguen cambiando de vehículo año tras año, siguen concurriendo a costosos restaurantes, siguen viajando al exterior por lo menos dos veces al año, etc.
El odio recalcitrante y visceral que siente la oposición hacia el Presidente y todo lo que lo rodea, ha llegado a un paroxismo que solo se podría alcanzar si Chávez les hubiese matado a algún familiar. Un odio que ha alcanzado tal extremo de irracionalidad, que los ha llevado a expresar que deberían hacerse campos de concentración como los de Hitler para meter a todos los chavistas del país.
Este tipo de patología (cuando hablamos de la oposición venezolana hay que recurrir ya a este término), aliena al individuo de un mundo «real» y lo sumerge en un mundo «creado» (no se puede hablar de un mundo «ficticio», puesto que lo tiene por «real»), en el que todo encaja de acuerdo a su inconsciente «verdad».
Uno de los síntomas inequívocos de la disociación en la persona, es que una vez desarrollada, no puede separarse del estímulo que lo lleva a pensar así(por ejemplo Globovisión). El individuo que está disociado, al igual que sucede con los drogadictos, alcohólicos o fumadores, no habrá de reconocer que está inmerso en un problema, por lo que afirmará una y otra vez estar libre de cualquier patología.
En el caso de Venezuela esto ha llegado a ser ya un serio problema de salud pública. Basta observar en nuestro entorno para comprobar cómo se manifiestan miles de personas, inclusive nuestros propios vecinos o familiares, para las cuales nada de malo tendría que alguien matase a Chávez (la única causa de sus males), y que no ven nada malo en que sus hijos anden por allí con una cacerola en la mano, y gritando a voz en cuello: «¡Muérete maldito!». Así como tampoco les alarma oírles decir que les gustaría tener un arma para matar al tirano. Debido a la disociación psicótica que los atenaza no están en capacidad de comprender que  están condicionando a sus hijos, de tal forma que en cualquier momento podrían tomar un arma y arremeter contra cualquier individuo que no concuerde con ellos o a la que por cualquier razón estén haciendo responsable de sus fracasos, puesto que lo han identificado como el causante de sus males.
Quien padece de disociación psicótica corre además el peligro de que cuando su realidad comience a serle insoportable, o que cuando por algún motivo la causa aparente de todos sus males resulte no serlo, con la misma intensidad padecerá una profunda frustración, tan profunda que puede llegar en muchos casos a límites extremos de consecuencias impredecibles.
 http://www.analitica.com/bitblioteca/ruiz_iriarte/disociacion_psicotica.asp
 

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